Benditas las flores

Bienvenidos visitantes a mi jardín parroquial.
Un camino de flores de papel es el primero en darte la bienvenida con un fuerte espíritu a jardín maternal.
Un lirio y un Potus refrescan la vista con colores verdes carnosos.
Ni hablar de las Fresias que te gritan al oído: hoy es primavera!

La fusión del aroma te enamora y le quitaría las bragas a la mujer mas hermosa.


Pero no se dejen engañar hermanos míos. Por la noche, cuando el frío avesina y el viento mueve las ramas como invitando a los vampiros a salir de sus cuevas.
A la noche estas plantas me atormentan.
Se desarrollan y se estiran, me rasgan las ventanas, me acosan junto al viento y la ventisca.

Me paro en la cama desesperado. Reacciono y me tapo asustado. Me asomo. Me desafían mas amagando filtrar sus sinientros retoños por entre las endijas de las ventanas.

Cada día es peor. Me amenazan con tomar la habitacion. Tal vez un día no me encuentren. Tal vez un día pase a ser un vegetal más, siniestro escondido en una encantadora maseta.

La noche pasa, yo despierto a media mañana con los ojos vidriosos por el mal sueño.

Pasa una madre con su hijo y le dice: "mamá, yo quisiera un jardín como ese".

"Aléjate niño, dejame cumplir mi condena"!